Ayer fui a hacer mi compra diaria a mi supermercado de confianza, me quedé asombrado de la situación en la que estaba. No había ni un envase de leche, no quedaban yogures, tan sólo unos pocos postres lácteos en las cámaras vacías, nada de fruta ni verduras que no fuesen congeladas... Todo esto en el trayecto que recorro para coger la barra de pan. Es cierto que el día anterior mi cuñado me había dicho que en una de las grandes superficies a última hora de la tarde estaba todo vacío, había ido a comprar pañales para su pequeño, pero preferí pensar que era una técnica del hipermercado de no reponer. No, lo que había pasado es que los transportistasestaban mongolizando a gran parte de la sociedad.
Este efecto mongolizante va creciendo y hace que un conductor de una furgoneta acelere y atropelle a un piquete, que los piquetes casi maten a un camionero que dormía en su camión,... y esto no ha hecho más que empezar.
No se libran de esto ni los periodistas que se empeñan en calificar como huelga lo que es un cierre patronal. ¿Acaso se están reclamando mejores sueldos o jornadas laborales menos abusivas? No, lo que quieren son unas tarifas mínimas, algo que no es muy legal, por cierto.
También podrían cuestionarse las movilizaciones. Los cierres patronales no están muy regulados en ningún país y en España la legislación es bastante restrictiva.
El Ministerio de Fomento ha propuesto 54 medidas que han sido aceptadas por el 88% del sector
Habrá que ver lo que hacen los mongolizantes. y ha dicho que mientras sigan las acciones violentas no seguirán negociando.
miércoles, 11 de junio de 2008
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2 comentarios:
A mi lo que más me duele es que quiera comer unos melocotones y no pueda porque se están pudriendo en casa de otro fulano.
Y que demonios hace la gente con tal cantidad de provisiones a buen recaudo. Meterselos por el ...? Lamentable situación patrocinada por los denostados medios de comunicación que tenemos y la histeria colectiva.
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