Boquiabierto me he quedado este mediodía cuando he visitado la página de 20 minutos. En ellas aparecía un estracto de una entrevista realizada a Bernardo Álvarez, obispo de Tenerife. No es la primera vez que un alto cargo de la Iglesia Católica Apostólica y Romana hace unas declaraciones polémicas, ofensivas, indignas de alguien que, supuestamente ostenta un cargo de responsabilidad de una institución que tiene detrás a tantos millones de personas.
He aquí alguna de esas frases:
Primero hablando de la homosexualidad, tema, para la Iglesia, recurrente donde les haya:
“… el fenómeno de la homosexualidad es algo que perjudica a las personas y a la sociedad. A la larga pagaremos las consecuencias como las han pagado otras civilizaciones…”
Después hablando de los homosexuales:
“… no se puede decir que la homosexualidad se sufre o se padece. No es políticamente correcto decir que es una enfermedad, una carencia, una deformación de la naturaleza propia del ser humano…”
Comparando la hosexualidad con el abuso de menores:
“… la homosexualidad como necesidad existencial de una persona, con la que es practicada como vicio. La persona practica como puede practicar el abuso de menores…”
Y, lo que me ha…, justificando el abuso de menores:
“… Hay adolescentes de 13 años que son menores y están perfectamente de acuerdo y, además, deseándolo. Incluso si te descuidas te provocan…”
Por supuesto que, como no, hemos entendido mal. Porque él no quería decir lo que ha dicho
sino otra cosa que no decía, como bien ha dejado claro su vicario general
http://www.20minutos.es/noticia/327022/1/
Pero enlazando, enlazando, me viene a la cabeza algo que ocurrió el sábado 22 en la Catedral de La Almudena de Madrid…
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