domingo, 5 de abril de 2009

No hay seres humanos, sólo recursos humanos.

La ficción: Un crucero naufraga en el Mediterráneo y mueren trescientas personas de diferentes nacionalidades: franceses, españoles, italianos, británicos,…
¿Qué repercusión tendría en los medios de comunicación?
Mucha. Portadas de periódicos y revistas, informativos de televisión y radio centrados en la catástrofe, especiales informativos,…
La realidad: Dos cayucos naufragan en el Mediterráneo y mueren trescientas personas de diferentes nacionalidades.
¿Qué repercusión tiene en los medios de comunicación?

Escasa. Algunos titulares en los periódicos y algunas reseñas en los informativos de televisión y radio y para de contar.

¿Por qué?...
Una razón es básica en las formas de actuar últimamente los medios de comunicación. Estas víctimas dan poco juego. No tendrán imágenes de cuerpos destrozados, ni podrán entrevistar a las pocas víctimas, ni podrán buscar a los familiares, ni habrá entierros en los que sacar los primeros planos de las caras destrozadas de los familiares,… En definitiva no habrá carnaza de la que puedan comer estos carroñeros que se han instalado en los grandes medios de comunicación de todo el mundo.

La otra razón es básica también. Los califican como inmigrantes irregulares o ilegales. Pero estos muertos eran sólo personas y no emigrantes y mucho menos irregulares, como se empeñan en etiquetarlos los medios de comunicación.
Para ser emigrante primero tienes que haber emigrado y ellos no lo consiguieron.
Para ser ilegal tienes que haber cometido un acto en contra de la ley. Ellos no vulneraron ley ninguna. Más leyes y derechos se habían vulnerado en contra de ellos sin lugar a dudas.

Es curioso que ahora que se tiende a ser tan cuidadoso con el lenguaje para que sea políticamente correcto se digan cosas de este estilo.
Desde aquí les propongo un titular escandaloso y sensacionalista, que son los que les gustan:

"Mueren trescientos esclavos tras naufragar su barcaza"

¿Acaso estas personas, presuntamente, no venían a Europa para trabajar de manera irregular con mafiosos que no les reconocen ningún derecho y les explotan privándoles de todo derecho? ¿No es esto esclavitud? Entonces este titular es más cercano a la realidad.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Se me ocurre ahora, no sé, que quizás el mayor problema es que en verdad estos países "desarrollados" nos creemos que somos el centro del mundo y con superioridad moral sobre todos los demás, y estamos celosos de ello.