Hoy es un día histórico. Seguro que no somos conscientes de ello pero la ciudad va a dar un giro a partir de esta fecha. Porque hoy hemos dado el paso definitivo para conseguir que Burgos sea Capital de la Cultura Europea en el 2016. Algo que en palabras de nuestro excelentísimo el señor D. Juan Carlos Aparicio no está motivado para atraer más turistas como fue la pretensión de otras capitales culturales, (no pretendemos que la Asociación de Hosteleros se lleve limpios unos beneficios que no sabemos hasta que punto han luchado) lo que queremos es que la cultura sea el eje vertebrador e integrador de la sociedad europea, y para ello en el día de hoy inauguramos la oficina de la capitalidad europea 2016. Pero lo que no sabe el excelentísimo, ni su equipo de gobierno, ni los muchachos de la oposición es que la mayor baza que teníamos era la Catedral, y digo teníamos porque ahora ha sido superada por una pieza lírica de singular belleza, tanto en la interpretación como en la composición. Eso sin entrar a valorar la elegancia y belleza del video musical que ha sido elaborado para envolver a esta pieza de singular belleza. Desde este esto, quiero mostrar mi más sincera admiración a ese prohombre cuyo nombre artístico es:
JOSÉ MARI
Y reclamo su merecido homenaje y que sea nuestro embajador ante el mundo para conseguir la capitalidad con sus dos grandes joyas de la lírica universal: “Soy de Burgos” y “José Mari canta a la Catedral”. ¡Va por ustedes!
Es algo que está impreso en alguno de mis genes y me encanta. Quizás sea sólo por llevar la contraria a los que se avergüenzan de ello. ¡Cómo me gusta llevar la contraria! Pero ¡Cómo me gusta ser de pueblo, de provincias!
Caminar por la gran ciudad, las veces que voy a alguna, y sorprenderme por la cantidad de gente, por la cantidad de tráfico,…, no. Sorprenderme por las prisas desconsideradas que hacen que pasen por encima de ti, porque nadie te mira a los ojos, por el metro, por las alturas de los edificios, porque nada está a mano, porque tienes que dar mil vueltas para una cosa, porque todo es tan nuevo y diferente…
¡Cómo me gusta ser de pueblo, de provincias! Y comportarme como tal, mirando todo como si fuese la primera vez.
¡Cómo me gusta ser de pueblo, de provincias! Hasta que un patán engolado me lo restriega por la cara poniéndose en un escalón superior que sólo ve él.
¡Eres de provincias! Me dice, desde su mirada altiva y déspota, desde su pedestal transformado en escenario, desde su ego engrandecido por los premios, denotando ¡eres inferior y con menos derechos!
Eso pasó el sábado, 17 de noviembre de 2007 en el Teatro Principal de Burgos durante la representación de la obra La Cabra o ¿Quién es Sylvia?, que comenzó pasadas las nueve menos veinticinco.
La obra estaba transcurriendo dentro de los cauces habituales de cualquier otro espectáculo teatral, salvando, si me atengo a lo que aprecié el día que la vi yo que fue el domingo, la actitud de “sobrado”, de estar por encima de todos y de todo, que demostraba el actor principal. Actitud que se confirmó cuando desaparece por primera vez de escena y le dice al encargado de los técnicos del escenario: “Hay una chica en el palco proscenio de la izquierda del escenario que me está mirando mucho y me está poniendo nervioso.¡Qué se vaya!” La chica en cuestión era la periodista del Correo de Burgos que estaba siguiendo la representación para hacer la oportuna crítica en el periódico y se quedó de un aire cuando aparece en el palco, reservado normalmente para la gente de la prensa, el jefe de sala del teatro y le dice que tiene que abandonarlo porque está poniendo nervioso a Josep Mª Pou. “Vuelve mañana y te sientas en el primer piso, ya sabéis que no me gusta mucho que estéis aquí”.
(Y conmocionados salieron los espectadores después de presenciar el bochorno espectáculo que dio usted en Burgos.)
El espectáculo continuó, ajenos los actores que estaban en el escenario al incidente que acababa de protagonizar esa estrella rutilante que hace teatro y le molesta que le miren. (A Fernando Fernán Gómez le molestaba que le mirasen mientras trabajaba y no se subía a un escenario, donde es normal que la gente te mire.)
Pero no acabó todo aquí. En el momento cumbre de la obra, cuando Martin, qué difícil me resultaba creer que el señor Pou era un renombrado arquitecto norteamericano, le confieas a su íntimo amigo Ross que está enamorado de una cabra y que se la folla,
justo en ese momento del corte del video, el “gran patán engolado” se queda mirando al palco proscenio y, dirigiéndose a un periodista gráfico que está allí, grita fuera de sí: “usted que hace hay, no tiene permiso para estar tomando fotografías así que váyase ahora mismo. Perdonen”, dirigiéndose al público vuelve a retomar como si no hubiese pasado nada.
(Usted sí que vomitó, vaya si vomitó. Pero no su texto salvo que no estuviese interpretando)
Lo dudo porque no iría con ese aire de superioridad con el que vino a provincias. Como si el público de estos pueblos no se mereciese el respeto que muestra hacia el de las grandes ciudades.
Reconozco que los periodistas gráficos pueden llegar a sacarte de tus casillas cuando estás en el escenario pero ¿no podía haber esperado los escasos 5 minutos que tardó en salir de escena para pedir que sacasen a ese fotógrafo del palco?
Me reafirmo. Dudo que esta falta de respeto la mostrase en otros escenarios.
Ese es Josep Mª Pou un actor que va de progre, y al que va dedicado este soneto:
Fue en este sábado. Luz de sol.
Tras esconderse en rayos perezosos
dejando en sombra a Burgos tan precioso
alumbrado por brillos de farol.
En el princi me esperan en el hall,
hay hoy espectáculo primoroso:
Jose Mari Pau grande como un oso.
Te veré otra vez ahogado en formol.
Se hace quejar: ”Me miran demasiado”
Después, en medio de la actuación
sin dejar el diálogo terminado,
para “Deja de hacer fotos mamón
a usted ningún permiso se le ha dado”
¿Tú rojo? - No, fascista derechón.
Sergio Rodríguez
Señor Josep María, el teatro no es eso que ocurrió el sábado.
Hace unos días, no creo ni que llegue a un par de semanas, resguardados del frío que ha traído el otoño, mientras nos calentábamos las manos con una taza de chocolate caliente, S. y yo tuvimos esta conversación:
S: (Con el gran énfasis que pone cuando algo le ilusiona, que es casi siempre) He encontrado una página de viajes que está guay. Además puedes crear un blog y colgarle. Los que he visto están bastante bien, no son tan trascendentales como otros.
Y: ¿Vas a escribir un blog?
S: Me lo estoy pensando. Y como los que hay en esta página están bastante bien creo que lo colgaré allí. Así pongo las fotos que he ido haciendo en los viajes.
Y: ¡Cuánto me alegro! Es algo que te había dicho hace tiempo.
S: Pero es que las otras páginas de viajes son…
Y: Eso es lo de menos. Lo haces y luego lo puedes colgar donde quieras, creo. Incluso ponerlo en dos sitios. Lo más importantees que lo hagas.
S: Pues sí, lo voy a hacer y a colgarlo en esa página. Luego te paso el enlace para que la veas.
Y: Vale, ya la echo un vistazo.
S: ¿Por qué no te animas y escribes uno?
Y: Es algo que hace llevo pensando desde hace tiempo pero nunca me pongo a ello. No sé si sería constante, creo que no.
S: ¡Qué sí P…! Ya verás que guay.
Y: Vale, para el 1 del 1 lo empiezo.
S: ¿El 1 del 1? ¿Por qué?
…
Por poner una fecha tonta donde empezarás compromisos de esos que no se cumplen.
Este año voy a comenzar a acumular las pelusillas del ombligo, humm, esto creo que no cuenta porque el chico que lo prometió lo cumplió.
Vaya, parece que esto se cumple, habrá que ver con retos más absurdos:
A partir del enero dejaré de fumar…
El día 1 de enero empezaré a practicar deporte…
En el año nuevo dejaré de comerme las uñas…
Este año que empieza iré andando al trabajo…
En enero voy a empezar a ahorrar para independizarme de una vez…
El 1 del 1 empezaré con el blog…
¿Y por qué no hoy? Quizás esa sea la clave. Por eso el de las pelusillas del ombligo ahora tiene un gran pelusón, porque no esperó a esa fatídica fecha donde nada se cumple.
Por eso está este primer… ¿artículo?, ¿texto?, ¿hilo?, ¿post?,... , no tengo ni idea de cómo se llama esto salvo que se llame así: esto.
Por eso está escrito esto, porque no he esperado al 1 del 1. Por eso y por la cabra, o mejor dicho por el que se folla a la cabra, ¿cabrito, cab…?