No estamos muertos, que sabemos lo que queremos. El acelerador de partículas hizo su trabajo y se estropeó, pero antes nos hizo ir a todos juntos a un universo para-lelos. Nadie se ha dado cuenta, porque sólo un observador externo sería testigo del viaje, pero las muestras son claras:
Unos quieren irse de cumbres, codearse con sus coleguitas para que todos vean lo alto que he llegado.
Otros santifican emperadores de pigmentación diferente cuando suena y rechina la campaña de mercadotecnia que lleva detrás y en el fondo es más de lo mismo.
Otros silban y miran para otro lado como si la "desaceleración económica" no ha sido responsabilidad de ellos y de su sistema esclavista, perdón capitalista.
Unos pocos disfrutan de lo lindo viendo la que han liado y estudian las formas de volverla a liar, porque como tienen y tendrán la sartén por el mango ningún se atreverá a pedirles responsabilidades. En este mundo los únicos timadores, los únicos ladrones que de verdad terminan pagando son los pobres, como en casi todas las facetas.
Menos mal que nos quedan imagenes como ésta. Para guardar en la memoria o como dice J. Mª. recortala (del diario en el que venía impresa) y guardala en un libro. Mejor que eso, pienso, la cuelgo en el blog y así vuelvo a la acción.
Pues aquí estamos otra vez en este nuevo universo paralelo.
viernes, 7 de noviembre de 2008
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